La degeneración macular (maculopatía) se produce cuando la mácula (pequeña área en la parte posterior del ojo que nos permite ver con claridad los detalles pequeños de los objetos) se daña.
La degeneración macular afecta tanto a la visión cercana como la visión lejana y puede suceder que algunas actividades resulten más difíciles de realizar como por ejemplo leer o coser. Dicha patología reduce la visión en la parte central de la retina no afecte la visión periférica.
Muchas personas de edad avanzada desarrollan degeneración macular como parte del proceso natural de envejecimiento del organismo.
Podemos encontrar dos tipos de degeneración macular, una que se denomina seca (atrófica) y la otra conocida con el nombre de húmeda (exudativa).
La degeneración macular seca es producida por el envejecimiento y el adelgazamiento de los tejidos de la macula. En este caso la perdida de visión generalmente es gradual.
La degeneración macular húmeda se produce debido a que se forman vasos sanguíneos anormales en la parte posterior del ojo. Estos vasos dejan escapar fluido o sangre y la visión central se torna borrosas. La perdida de visión puede ser rápida y severa.
En cuanto al tratamiento, la degeneración macular seca no cuenta con tratamiento especifico, actualmente se están utilizando suplementos vitamínicos los cuales pueden ayudar a retardar el avance de la misma.
En cambio la degeneración macular húmeda puede ser tratada, existiendo diversas alternativas terapéuticas de acuerdo a la gravedad de la lesión.
Cualquier duda que surgiera de dicha información su oftalmólogo es quien mejor puede responder.